Imposible ocultar la alegría y orgullo de las jóvenes ingenieras que se adjudicaron la segunda etapa del VIU (Valorización de la Investigación en la Universidad) del Fondef – Conicyt, y quienes junto a otras 4 mujeres en ciencia posicionan en primer lugar a la Universidad de Concepción a nivel nacional.
Y si bien los trabajos de las ingenieras UdeC Macarena Díaz Cortés y Patricia Barros Arriagada son distintos, ambas comparten el impacto positivo que tiene para ellas el haber obtenido este financiamiento, incluso en la perspectiva del efecto que tiene también para las estudiantes de ingeniería e incluso para las que están aún en la educación básica o media.
“Este reconocimiento me enseña a dejar de compararme con otras personas, porque siempre lo he hecho y siempre me he echado para abajo. Desde que era chica y después cuando entré a la U, salía de los certámenes sintiéndome que me había ido mal y después me sacaba súper buenas notas, entonces… nunca me creía el cuento y esto es un gran logro, va más allá de hacer la tesis de memoria”, contó Macarena Díaz, Ingeniera Civil Biomédica, estudiante de Magister en Eléctrica, y quien está trabajando en la creación de un dispositivo de medición de electroencefalograma en el oído para la detección temprana de somnolencia en conductores.
Para Patricia Barros, Ingeniera Civil de Materiales, y actual estudiante de un MBA, también esta adjudicación es importante. “Como mujer es súper valioso, porque la comisión ante la que uno presenta son puros hombres, entonces para uno es un reto enorme, en un mundo masculino, y adjudicarlo y que más encima seamos solo mujeres en la UdeC… es un tremendo orgullo”, explicó la joven penquista, quien motiva a las escolares a elegir carreras como la de ella o biomédica, porque son disciplinas que van directo a la innovación.
Por su parte, Macarena comenta que hay muchas mujeres que estudian ingeniería que no se creen capaces. “Incluso, uno parte del colegio, nosotras como que siempre tendemos a quedarnos calladas, no levantamos la mano (sabiendo las cosas) y de hecho, yo creo que el rendimiento de las mujeres acá puede ser mucho mayor que el de los hombres», opinó la ingeniera, quien aconseja a las mujeres a atreverse a hacer cosas y no quedarse con el qué podría pasar, “porque si uno se queda con eso, finalmente, no pasa nada…y también no permitas que nadie nunca te diga que no puedes”, enfatizó la profesional, quien además participa de la agrupación Women in Engineering UdeC, porque tener referentes femeninos en ingeniería es clave.
PREVENCIÓN DE ACCIDENTES (ALERTAS)
La primera adjudicación del VIU de Macarena Díaz ayudó a generar un plan de trabajo y un plan de negocios y ahora, en esta etapa, podrá crear el prototipo, validar materiales, formar un equipo de trabajo que permita, por ejemplo, poder probarlos en alguna empresa de buses. “Ya hemos estado en conversaciones para validar en terreno su eficacia”, contó Macarena.
Este dispositivo, que estaría dentro del oído, sería capaz de advertir cuando un conductor se está quedando dormido, pero con bastante antelación. “El estado del arte indica que uno pueda adquirir señales en el canal auditivo, pero en cierto ambiente y ciertas condiciones. Entonces cuando uno lo trata de sacar del laboratorio, ahí está el desafío. Verificar las señales correctamente, no perder información y ver si se puede, con todas esas condiciones para detectar somnolencia es lo más complejo”, adelantó la ingeniera biomédica.
MAYOR DURABILIDAD DE METALES
Patricia Barros trabaja en la incorporación de nanotecnología, es decir, en la incorporación de pigmentos inhibidores de la corrosión de nanopartículas de óxido de zinc. A estas nanopartículas se les hace un tratamiento que modifica la superficie, entonces cuando se produce una interrupción en la película de pintura, estas nanoparticulas son capaces de proporcionar nuevamente el efecto anticorrosivo, protegiendo nuevamente la estructura metálica.
“Mi caso fue bien particular, porque en la primera etapa del VIU quedé en lista de espera, pero yo confiaba que mi proyecto era bueno, así que confié en eso… cuando me adjudique la primera etapa, estudiamos harto todo el tema de mercado, porque ahí estaba débil mi propuesta”, contó la ingeniera civil de materiales, quien inició este estudio en su tesis de grado, el que estaba inserto en proyecto.
Dado el éxito de las primeras pruebas es que ella y los docentes del Departamento de Ingeniería de Materiales han conversado con Asmar y es altamente probable que puedan probar la pintura en las placas de acero para buques en construcción.
“Lo primero es determinar una forma alterativa de modificación superficial, porque si bien mi tesis está inmersa en una patente, nosotros queremos generar otra patente con otro tipo de modificación superficial que proporcione el mismo efecto autosanado, pero desmarcándonos un poco de esta patente que ya está en proceso”, contó Patricia, quien busca seguir avanzando en este tipo de pinturas, porque como ella indica, se trata de un tipo de tecnología pionera en Chile y la idea es que se sigan desarrollando otros procedimientos, otros materiales, “porque es la única forma en que la sociedad pueda avanzar, ya que el desarrollo de nuevos materiales va de la mano con el progreso de la sociedad”, puntualizó.