Fotografía de Mónica Pacheco
Eskuad, la startup creada por Max Echeverría, Donald Inostroza y David Osorio, los dos primeros exalumnos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Concepción, y el tercero, exalumno del Instituto Virginio Gómez, logró levantar US$ 1,65 millones en su primera ronda inversión, fondos que les permitirán seguir transformando digitalmente las experiencias de los trabajadores de terreno a nivel global.
Eskuad es una plataforma de datos no-code de terreno para compliance y productividad que funciona independientemente de la calidad del servicio de internet para eliminar el papeleo que odian los trabajadores de terreno. En definitiva, utiliza Inteligencia Artificial para reducir los costos operativos de empresas.
La inversión fue liderada por Outlander VC e incluyó la participación de Mis Inversiones, una oficina familiar chilena, Behind Genius Ventures, C2 Ventures e inversores ángeles. La financiación incluye un premio de Google for Startups, además de inversiones ángeles de mentores de Techstars, Google, Start-Up Chile by Corfo, y Tampa Bay Wave.
Actualmente Eskuad está en el mercado Norteamericano, Nacional y en Ecuador.
“Este es un hito emocionante para la compañía y fomentará nuestras aspiraciones operativas y financiará los proyectos de inversión durante los próximos dos años en un momento en el que el entorno es complejo”, señala Echeverría, quien busca a través de Eskuad brindar la mejor experiencia posible a sus usuarios actuales y futuros.
Max, cuándo creas Eskuad, ¿siempre pensaste en una aplicación con impacto global?
“Nosotros siempre hicimos la aplicación pensando global. La hicimos siempre en dos idiomas y pensando en abrir dos mercados, porque eso nos iba a obligar a pensar la solución para el tercer mercado, el cuarto mercado o un tercer idioma, etc. En cambio, si lo hacíamos para Chile en español, la expansión iba a ser quizás Perú, quizás Argentina, entonces la forzamos un poco. Lo que no sabíamos es que nos iba a ir tan bien en Estados Unidos, llegando solos, porque casi todos los startups que conozco que han levantado capital, casi todos han pasado primero por un levantamiento en Chile de un fondo local. Y después quedan en alguna aceleradora, y después levantan su ronda como más grande”
Eskuad no levantó fondos nacionales, pero sí fue aceptada en Tampa Bay Wave, una de las comunidades de startups tecnológicas más importantes de Florida. Fue el primer emprendimiento de Concepción en llegar, recomendado por otro emprendedor amigo de Max Echeverría que vive en Santiago. Y de hecho también ellos devolvieron la mano invitando a otro emprendedor a postular a Tampa Bay Wave que fue Rogers Escalup, también exalumno de Ingeniería UdeC, por su empresa Cicla 3D. “Después de eso hubo un cambio grande, porque cuando nos tomaron en cuenta los americanos de Tampa Bay Wave nos ayudaron a cambiar el volumen de todo lo que pensamos”, explica Max.
Posteriormente, fueron aceptado en Techstars, la principal incubadora de negocios de Estados Unidos que conecta a emprendedores, inversores, corporaciones y gobiernos para resolver retos en distintos sectores y zonas geográficas. Ser aceptados es todo un reto, y de hecho el 2021 Eskuad fue la única start-up extranjera en ingresar en su programa de “aceleradora de negocios”.
“Si Tampa Bay Wave nos cambió la cabeza, participar de Techstars y Start Up Chile nos cambió el producto, la estrategia de nuestro emprendimiento”, puntualiza Max Echeverría,CEO de Eskuad.
Al revisar su historia emprendedora salta la duda por qué no comenzaron con financiamiento nacional, a lo cual Max explica, “nosotros en Chile nos presentábamos a cualquier fondo o incubadora que queríamos vender X, un número que era gigante. Y nos decían que no, que era muy grande eso, que lo ajustáramos, defínelo de otra forma. Y yo lo mostraba acá en Tampa Bay Wave y me decían no, no te voy a meter plata por eso, es muy chico. Entonces nos cambiaron un poco los volúmenes de los mercados, las formas de presentar un montón de otras cosas y después las fuimos puliendo no más. Fue como ir evolucionando. Y después de eso, lo que más les llamaba la atención es que hubiéramos llegado solos a Estados Unidos”, comenta el Ingeniero Civil Industrial UdeC, quien recordó que cuando llegó a Tampa escribió por Facebook si alguien pudiera recomendar donde vivir y un amigo de la universidad, que vivía en la ciudad, le invitó a compartir su departamento. “Entonces, los inicios fueron sin recursos, pero sí con amigos. Les llamó la atención que hayamos llegado de esa forma y que no hayamos pasado por Startup Chile primero o que no hayamos ganado fondos tradicionales de Chile”.
¿Por qué crees que pasó eso?
“En Chile tú tiras una idea a alguien y siempre te la tiran para abajo, es como típico chaqueteo, como oye, quizás estás pensando muy grande o debería ser más chico. Como trata de pensarlo más realizable, como más real o algo así. Y acá es al revés, pues como que te preguntan qué cosa quieres hacer y qué pasos tienes que hacer para llegar ahí y dónde tienes que estar el año anterior al año al que tú vendas esto en el tamaño que lo estás imaginando y así llegas hasta ahora. Entonces ahí te das cuenta si es o no factible y luego acomodas, pero no lo haces desde lo que puedo hacer ahora y voy a dar un paso más, sino que visualizas donde quieres estar y haces en análisis para atrás. Ese cambio fue súper grande, más mental. Para nosotros era una cosa gigante, pero para ellos no, no te voy a meter plata para eso. Hazlo más grande”