Luisa Sepúlveda
Luisa Sepúlveda, Ingeniera Civil Química, se desempeña actualmente como académica de jornada completa en el Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de la Universidad de Santiago de Chile
En la USACH, además de las funciones tradicionales de docencia, colabora en la gestión a nivel departamental como integrante del Comité de Carrera Ingeniería Ejecución Química y miembro del Claustro Académico del Programa de Magister en Ciencias de la Ingeniería mención Ingeniería Química. “También tengo a cargo la coordinación de la página web departamental y la coordinación de asistencia técnica cuyo propósito es potenciar esta actividad, así como articular el uso de infraestructura y equipamiento existente en la unidad académica”, explicó.
Finalizados sus estudios de pregrado ingresó al Magister de Ciencias de Ingeniería de la Universidad de Concepción, egresando en diciembre de 1989. Años más tarde, ingresó al programa de Doctorado en Ingeniería Química mención Bioprocesos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Estadual de Campinas Brasil, donde obtuvo el grado de doctor en 2011.
¿Qué le motivó estudiar ingeniería?
“En general fui siempre una estudiante muy inquieta y apasionada por las ciencias, con notorias habilidades matemáticas y ramos del área científica. Estas características llamaron la atención de mis profesores de enseñanza media que dictaban los ramos de Física y Química, quienes me motivaron a que estudiara ingeniería, en particular el profesor de Física quien había estaba recién egresado como ingeniero químico. Además desde muy niña deseé trabajar en investigación y además tenía habilidades innatas para transmitir mis conocimientos colaborando en el aprendizaje de mis compañeros de curso, razones que me llevaron a considerar que siendo una Ingeniería Química podría cumplir con mis deseos de niña”.
Frente a la pregunta ¿cómo ha sido su experiencia laboral siendo ingeniera? Luisa comentó que este año cumplió 30 años como académica en la Universidad de Santiago de Chile, ocasión que la hizo reflexionar y llegar a las siguientes conclusiones: “han sido años de mucho esfuerzo, dedicación y satisfacciones laborales y personales. La academia es un gran desafío, ya que requiere de una permanente actualización y responsabilidad con las futuras generaciones de ingenieros. En el ámbito de la investigación requiere de valentía para confiar en tus ideas y dedicación para llevarlas a cabo. Mi desempeño como ingeniería ha sido principalmente en docencia, investigación y desarrollo, donde he integrado y liderado grupos de investigación Fondecyt y Corfo”, explica la egresada UdeC, quien en su rol de académica incursionó en el área de Automatización y Control de Procesos lo que fue relevante para incorporar en la formación de los alumnos de la carrera de Ingeniería Ejecución Química, una asignatura de Instrumentación y Control de Procesos cuyo diseño microcurricular fue especialmente orientado al objetivo operativo de ella.
Simultáneamente y por algunos años, agregó la ingeniera UdeC, realizó también docencia en las asignaturas disciplinares de Ingeniería Civil Química. “En investigación he integrado diversos grupos en áreas de tratamientos de aguas mediante procesos de adsorción, fotooxidación y biodegradación con hongos de putrefacción blanca. Luego de obtener el grado de doctor en el área de bioprocesos me motivó a evolucionar en mis líneas de investigación de interés la valorización de residuos industriales y los procesos biotecnológicos así como también, realizar docencia en la carrera de ingeniería en Biotecnología.
¿Algún mensaje a las futuras ingenieras?
“Futuras ingenieras del siglo XXI sean mujeres alegres y optimistas, les vamos a tener que dejar una mochila llena de desafíos que tendrán que enfrentar, les deseo mucha suerte y éxito”.