Felipe Vásquez, Ingeniero Civil Mecánico de nuestra Facultad de Ingeniería UdeC, se incorporó a partir del primer semestre de 2021 al equipo docente de planta del Departamento de Ingeniería Mecánica, junto a quienes fueron sus profesores años atrás. Desde la Unidad de Comunicaciones lo entrevistamos para conocer cómo fue su proceso de incorporación a la FI, además de su visión de la docencia y relación con los y las estudiantes.
Si bien Felipe Vásquez empezó sus estudios superiores en la carrera de medicina, no tardó en reconocer que su verdadera pasión se encontraba más vinculada a los automóviles y las motocicletas, que a la salud de las personas. Comenta que la decisión de cambiarse la tomó sin pensarlo mucho: “Me gustan los autos, me gustan las motos ¿Qué estoy haciendo aquí?, esto no me hace feliz y no nomás. Me voy a cambiar y listo. No sé dónde me llevará, ahí se verá”, relata.
“Si hubiese pensado ¿Dónde me va a llevar esto? Probablemente no lo hubiese hecho. Pensé: donde me lleve, da igual y terminé en la U haciendo clases, que me gusta; me gusta un montón”, explica.
El nuevo docente comenta que siempre tuvo la motivación de aprender cosas útiles para los motores de automóviles o motocicletas. Su motivación de asistir a clases no pasaba por la presión de tener que pasar las asignaturas. Resultaba además que llegó a Ingeniería Mecánica con el ritmo de estudio que llevaba en medicina, por lo que no se le dificultó terminar la carrera en cinco años y luego empezar a hacer reemplazos dentro del DIM. “Soy curioso con las cosas que me interesan, me voy para allá y listo, no pienso mucho hacia donde me lleven”.
Los reemplazos de un par de horas se extendieron por cuatro años, hasta alcanzar la jornada completa mientras realizaba un magíster cuyo objetivo de estudio fue la suspensión de motocicletas, al igual que en su postgrado en Inglaterra. “Siempre cuando estaba en el doctorado, miraba para atrás y pensaba que lo mejor que he hecho es hacer clases. Cuando mejor lo pase fue haciendo clases”, comenta.
Luego de terminar el doctorado, en 2020, sus planes eran recorrer Sudamérica junto a su pareja en un furgón, pero la pandemia llegó a coartar este plan, por lo que en julio del mismo año decidió trasladarse a España, país natal de su novia. Señala que “ya medio en la desesperación, ya que aquí no tenía planes de nada, me llega el ofrecimiento para mandar los datos a las postulaciones del DIM. Los envié y quedé muy emocionado con eso”.
Por otro lado cuenta cómo es su metodología de enseñanza, la cual está inspirada en uno de sus profesores, quien era más bien rupturista del tradicional esquema de la docencia. Así fue como él internalizó -en sus palabras- «la importancia de aprender, más allá de pasar las evaluaciones».
“Cuando hacía clases trataba de emplear métodos distintos todo el rato. ¿Dónde está el truco? Esto de enseñar, la forma normal ya no tenía sentido para mí, tenía que haber otra cosa. Probaba y probaba y me gustaba eso de estar iterando cosas. Les pedía tareas voluntarias. Después les decía: háganme un laboratorio, yo no sé de qué, ustedes invéntenlo con algo que quieran estudiar de verdad, aunque sea simple, y a los alumnos les encantaba eso y respondían”, explica.
Felipe Vásquez, ingeniero y docente, incentiva a sus estudiantes desde la propia experiencia a buscar las temáticas que a ellos realmente les gustan y no cumplir con las responsabilidades solo porque son una obligación. Entre risas cuenta que ha patrocinado varias memorias y PIM “Temas medios random que llegan por lo mismo, por el hobbie de cada uno, pero siempre relacionado con la dinámica”.
Postula que bajo este contexto es fundamental no sobrecargar a los estudiantes y para esto emplea fechas flexibles de entrega y jamás después de las semanas de descanso. También apunta a entregarles la confianza de presentar tareas con lo que ellos tuvieran disponible.
Con todos los antecedentes previos, Felipe enfatiza en la importancia de probar distintos métodos de enseñanza de forma constante para adaptarse a los cambios generacionales y/ situacionales de los propios estudiantes, pero también por otro lado, de entregar más libertades y oportunidades a los alumnos(as) para que aprendan e investiguen temas que ellos realmente les interesen”, señala.
