El Programa de Doctorado en Ciencias de la Ingeniería, mención en Ingeniería Química, reunió a un grupo importante de exalumnos y exalumnas, convirtiéndose en el primer encuentro de graduados en los 39 años de existencia del programa.
A la ceremonia, efectuada el 08 de agosto, asistió el rector Carlos Saavedra Rubilar, el decano de la FI UdeC Pablo Catalán Martínez, el director de Postgrado UdeC, Bernardo Riffo Ocares; la directora de Relaciones Institucionales, Moira Délano Ulloa, entre otras autoridades,
La Dra. Katherina Fernández, directora del doctorado destacó la relevancia histórica del programa, fundado en 1985, como uno de los más antiguos de la universidad y el primero en su tipo ofrecido por la Facultad de Ingeniería. Fernández subrayó que el programa ha sido un pilar fundamental en el desarrollo académico y científico de la institución, formando investigadores capaces de resolver problemas complejos y de integrar la academia con la industria. «Desde su creación, el programa ha graduado a 64 doctores que han logrado insertarse con éxito en el ámbito académico e industrial, tanto a nivel nacional como internacional», afirmó, recordando que los primeros impulsos para su creación provinieron de un grupo de profesores pioneros en la investigación avanzada en ingeniería química.
Uno de los momentos destacados de la jornada fue la intervención del Ingeniero Civil Químico UdeC y egresado del programa, Dr. Bruno Gorrini Belmar, uno de los primeros graduados del programa, generación 1993, quien ha desarrollado una exitosa carrera en el sector industrial, y quien efectuó una clase magistral titulada: «Rol de la investigación aplicada en la sustentabilidad de las industrias de la Madera, Celulosa y Forestal».
Cabe destacar que Bruno cuenta con una vasta experiencia en la industria de paneles de madera, ha trabajado con diversas empresas en América del Norte y del Sur. Durante los últimos 15 años, ha estado vinculado a la empresa Arauco, donde ha desempeñado varios cargos importantes. Actualmente, se desempeña como Subgerente de Investigación y Desarrollo en Bioforest, una empresa subsidiaria de investigación y desarrollo de Arauco.
Desde 2013, el Gorrini ha sido fundamental en el establecimiento y liderazgo de una nueva división de Investigación y Desarrollo enfocada en paneles de madera y productos derivados. Su trabajo reciente se ha centrado en el desarrollo de adhesivos para diversos tipos de tableros y en la protección de la madera, utilizando materiales renovables como lignina, taninos y nanocelulosa. Además, cuenta con varios artículos publicados en revistas científicas de alto impacto y es autor de varias patentes en este campo.
La ceremonia finalizó con las palabras del director del Departamento de Ingeniería Química, Dr.. Miguel Ángel Pereira, quien resaltó el esfuerzo conjunto de profesores y alumnos que ha llevado al programa a destacarse en investigación y formación de alto nivel. Pereira enfatizó que el programa ha alcanzado un reconocimiento nacional e internacional, reflejado en sus 8 años de acreditación otorgados por la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) y en la alta productividad científica y adjudicación de proyectos. «Este evento viene a reconocer la labor de nuestros egresados en la construcción del prestigio y reconocimiento del programa», mencionó, invitando a los exalumnos y a las exalumnas a mantenerse conectados con su alma mater para seguir fortaleciendo el programa y afrontar nuevos desafíos.
Entre los graduados estuvo Miguel Álvarez Chávez, el primer egresado del doctorado, quien viajó desde Antofagasta para asistir a esta importante actividad. Álvarez recordó con orgullo cómo fue el primer becado de CONICYT en el programa y destacó que su formación en la Universidad de Concepción le abrió muchas puertas en su carrera profesional, permitiéndole trabajar en diversas universidades y en una importante empresa consultora de ingeniería canadiense en Chile. «La Universidad de Concepción tiene un muy buen prestigio a nivel nacional, y eso me ha sido recompensado en mi trabajo laboral», reflexionó.
El encuentro, que finalizó con un vino de honor, no solo celebró los logros individuales de los graduados, sino también el impacto colectivo del programa en la academia y la industria, reafirmando su rol como un referente en la formación de investigadores de excelencia.