*De izquierda a derecha: Juan Antonio Carrasco, Diego Seco y Guillermo Cabrera
Fuente: Dirección de Comunicaciones UdeC
Ingenieros e investigadores de la Facultad de Ingeniería se suman a las actividades de cooperación para enfrentar el Covid -19. Esta vez, y bajo el alero de la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Concepción, se lleva a cabo un importante trabajo tendiente a aportar información relevante de los habitantes de la Región de Ñuble —especialmente en Chillán— a las autoridades regionales.
Se trata de caracterización de la población y condiciones urbanas para una mejor toma de decisión, tema que ha sido liderado por tres académicos. Se trata de Juan Antonio Carrasco del Departamento de Ingeniería Civil e integrante del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable, Cedeus; junto a Guillermo Cabrera y Diego Seco, ambos del Departamento de Ingeniería Informática y Ciencias de la Computación.
La iniciativa, que nace desde la Seremi de Ciencia —encabezada por Paulina Assmann— ha estrechado el vínculo entre el mundo científico y político, en un momento crucial donde dicha alianza es fundamental.
Investigación 1
Una primera línea de investigación busca caracterizar la población y sus condiciones urbanas y por lo tanto, el trabajo comprende “tener algún tipo de diagnóstico socio-espacial consistente en identificar dónde están los territorios en los que hay que estar más atentos, por ejemplo, lugares donde hay condiciones de hacinamiento mayor, más cantidad de adultos mayores, en resumen, un diagnóstico socio-territorial de la ciudad”, explicó Juan Antonio Carrasco.
Este estudio, además requería de un diagnóstico en cuanto a la accesibilidad a servicios pensando en un ejercicio de cuarentena como el que actualmente vive Chillán. “Poder identificar cuáles son los territorios de la ciudad que tienen un mayor o menor acceso a centros de salud, farmacias y supermercados; desde qué lugares se puede llegar a estos en 20 minutos caminando y desde cuáles no, entre otros”, explicó el docente de Ingeniería Civil.
Investigación 2
A partir de toda la información recogida en el trabajo liderado por Juan Antonio Carrasco, surge una segunda línea de investigación a cargo del académico Diego Seco, quien ha estado identificando cuáles son los lugares que potencialmente puedan ser más complejos, por ejemplo, donde haya una cantidad importante de población contagiada y, además, existan personas que tengan problemas respiratorios o tengan una edad avanzada, de tal manera que la Seremi de Salud pueda priorizar no solo dónde fiscalizar, sino dónde es necesario que exista una mayor ayuda.
“Hay ciertos patrones, ciertas zonas que requieren especial atención, lo que se pone en conocimiento de las autoridades. Hay interés de parte de ellos y está todo nuestro esfuerzo voluntario para que el trabajo científico, que hemos desarrollado durante tantos años, pueda ser de verdad un apoyo en un momento de crisis como este. Estamos dedicando muchas horas de nuestro día a hacer este tipo de análisis y llevarles a ellos las conclusiones”, expresó Seco, quien también manifestó su deseo de poder trabajar con regiones para que la comunidad científica de estas se siga sumando a las iniciativas.
Investigación 3
En una tercera línea de investigación está el investigador y docente Guillermo Cabrera, quien formó un equipo para trabajar en los modelos epidemiológicos donde se modela a la población de acuerdo a distintos compartimentos. “Si yo estoy sano y no he tenido contacto con nadie que tenga el virus, soy de la ‘población susceptible’; después, si es que tengo contacto con alguien que tiene el virus, me expongo y me convierto en ‘población expuesta’, pero que puede estar no contagiando, lo que se conoce como el periodo de incubación; luego de un periodo empiezo a contagiar a la gente y me transformo en ‘población infecciosa’. Finalmente, después de un periodo me recupero o lamentablemente fallezco. Eso se puede modelar matemáticamente con ciertas ecuaciones diferenciales”, explicó Cabrera.
Reconoce que la complejidad es muy alta, sobre todo porque aún no hay consenso sobre valores exactos, además de que los datos que están llegando son solo los que se testean, una dificultad reconocida en la mayoría del mundo, y los que sí se testean muchas veces vienen con retrasos debido a que todo se ha tenido que implementar sobre la marcha a causa de la rapidez de la pandemia.
“El mensaje más importante acá es que la única variable que podemos controlar es la tasa de contacto entre los infectados y los no infectados. Está demostrado que si se empieza a disminuir la tasa de contacto es la única forma eficiente de controlar la pandemia, aparte de un antiviral o una vacuna que no tenemos. Todos los modelos dicen eso, lo único que hay que lograr es que la población no se contacte entre ella y eso es lo complicado de implementar”, sentenció Cabrera.
Cabe destacar que están en curso otras iniciativas relacionadas con generar información para enfrentar la pandemia, en el caso del Departamento de Informática y Ciencias de la Computación existe un catastro de voluntarios para participar en iniciativas relacionadas con el covid-19, tanto de estudiantes de pre y postgrado, como egresados. Pronto más informaciones.