En diciembre de 2018 asumió en la Región del Biobío el actual secretario regional ministerial de Energía, siendo nombrado en el cargo, el Ingeniero Civil Aeroespacial, egresado de la UdeC, Mauricio Henríquez.
Henríquez es parte de la generación 2004 de la carrera y los recuerdos que tiene de sus años de estudiante universitario están relacionados con la búsqueda de hacer cosas nuevas, no esperar que todo llegue por sí solo.
El seremi de Energía es de Temuco, por lo que -comentó- debido a sus estudios tuvo que quedarse muy seguido en Concepción y encontrar en qué entretenerse, mezclando los estudios con la creación de nuevas ideas que pudiesen concretarse.
Y esta fórmula fue la clave para que la autoridad regional se haya destacado en su época universitaria y luego profesionalmente, esfuerzo que ha sido reconocido en distintas instancias con el premio Emprendedor Sub- 35, País Digital, en 2012; Premio al Mérito Innovador, Innova Biobio, en 2011; Capital para el emprendimiento innovador, Innova Chile, Corfo en 2010, entre otros.
¿Qué recuerda de sus años de estudiante en la FI UdeC?
La Facultad de Ingeniería UdeC tiene una rigurosidad que exige dar lo mejor, sí o sí, porque acá nada es gratis. Creo que eso me ayudó a generar una cuestión en que el talento no es solo ser bueno para algo sino que hay que trabajar, poner mucho cariño y corazón en lo que uno hace y eso, en general, ha sido relevante durante mi trayectoria laboral. Nunca me dediqué a lo que aprendí técnicamente, sino que al área comercial, al área de desarrollo de negocios, pero el hecho de interesarme en cada uno de los negocios desde lo técnico para poder salir a vender, me otorgó una ventaja competitiva respecto del resto de los ingenieros súper alta y es porque, creo, vengo de una facultad donde tenía que dar el 200 por ciento cada vez que iba a cualquier cosa.
¿Siendo estudiante, cómo te acercaste al mundo de la innovación y el emprendimiento?
Me gustaba ver cualquier cosa que volara, era algo que todos los aeronáuticos decimos cuando miramos para el cielo y vemos algo diferente a lo que ve el resto y no teníamos nada. El encontrar el laboratorio de Aeroespacial, dirigido por el profesor Frank Tinapp, junto a José Abascal, laborante, fue decisivo. Son dos personas que motivan a hacer cosas, eso más las ganas de querer “hacer algo” hizo que nos esforzáramos el doble, porque había que buscar financiamiento para todo. Armamos un grupo con compañeros de segundo año y comenzamos a desarrollar proyectos en el laboratorio. He visto en otras universidades una metodología de innovación, acá en aquella época solo habían ganas de hacer cosas.
¿Cómo visualiza el campo laboral actual para los egresados?
Hoy los egresados que han trabajado en Lan y la Empresa Nacional de Aeronáutica de Chile, Enaer, han realizado un trabajo con profesionalismo, por el que hay que sacarse el sombrero. Hay muchos chicos que están trabajando en estas dos empresas y es súper entretenido ver que desde estas organizaciones están pidiendo más egresados UdeC, lo que hace unos años no ocurría. Pero donde sí nos falta es en el mundo ejecutivo, lamentablemente, para mi gusto forman para ser muy bueno en lo técnico, pero no para comunicar tu trabajo.
¿Qué mensaje dejaría a los estudiantes de Ingeniería Civil Aeroespacial?
Les diría que el campo laboral es muy diferente a lo que están viviendo como estudiantes, que hay mucha oferta y lo peor que pueden hacer es quedarse esperando que les den todo. La universidad les entregará herramientas, las mejores que pueden encontrar en Chile, pero el siguiente paso depende de ustedes, de comenzar a buscar, de mirar desde ya; hacer que las cosas pasen, que hoy hay un país que está entregando una cantidad de formas para hacer cosas en todo ámbito, por ejemplo, desde el Ministerio de Energía hoy tenemos programas donde nos falta gente que quiera sumarse.