Por Franco Sanhueza, periodista del DII.
Con grandes expectativas académicas y ansias de vivir nuevas experiencias en la educación superior, el joven estudiante se prepara para enfrentar una nueva etapa en su vida, la que comenzará con su independencia en la ciudad de Concepción.
Alonso Soto, de 18 años, es oriundo de la ciudad de Rancagua, allí culminó sus estudios secundarios en el colegio Saint John en 2020. Debido a su excelencia académica en el establecimiento educacional, mientras cursaba tercero medio, y por medio de un convenio, un preuniversitario de renombre le otorgó una beca con la gratuidad total del programa de lenguaje y matemáticas para cursar la Prueba de Transición Universitaria. “El colegio también nos ayudó con un preuniversitario interno en cuarto año medio. Lo de la PTU no fue tan preocupante para mí, ya que sabía que tenía menos preguntas y menos materia, entonces estaba tranquilo”.
Debido a la pandemia de Covid-19, los establecimientos educacionales en el país tuvieron que suspender sus actividades presenciales e implementar sus contenidos en modalidad online. Para Alonso, este fue el panorama mientras cursaba su último año en el colegio. “Eso fue bastante deprimente porque no tuvimos fiesta, la licenciatura fue bastante distinta, no hubo ‘llorona’ que es cuando el colegio despide a los cuartos medios, no se hicieron muchas de las actividades de un año en normalidad. Fue bastante triste”, aclara el alumno.
Puntaje Nacional en Matemáticas
Luego de rendir la PTU a fines de 2020, Alonso Soto se encontraba seguro de su desempeño y esperaba un buen resultado, sin embargo sus expectativas fueron superadas cuando se enteró de que su rendimiento en matemáticas fue el óptimo: “Estaba tratando de disfrutar el verano dentro de lo que se puede en pandemia, y cuando me llamaron para informar que había obtenido puntaje nacional en matemáticas, me sorprendí demasiado. No me lo esperaba antes de dar la prueba, luego de rendirla, revisé mis respuestas y me di cuenta de que podía existir la posibilidad. Les avisé a mi hermano y a mi papá, con los que vivo actualmente, y se sorprendieron mucho, mi papá se emocionó demasiado”, así describe el momento el rancagüino.
Con este importante resultado obtenido, Alonso Soto debía barajar las opciones para estudiar una carrera universitaria. Aunque su pasión es el arte, él manifiesta que es importante obtener un sustento y compatibilizar los intereses. “Siempre me gustaron mucho las matemáticas y la física, pero mi verdadera orientación es la música, que desgraciadamente no se puede desarrollar mucho en Chile. Yo quería ingresar a una carrera que fuera versátil, que me otorgue sustento y que me guste el campo laboral, razón por la cual escogí Ingeniería Civil Industrial”, explica el músico y aspirante a ingeniero.
Uno de los principales anhelos para el estudiante es independizarse en la ciudad de Concepción, así como también aprobar todos los ramos, enfrentarse a nuevos desafíos y conocer a la sociedad penquista. “Siempre he pensado que uno mientras vaya rindiendo, se van cumpliendo los objetivos. No es necesario estresarse tanto y matarse por los resultados, se trata de ser metódico. Mi expectativa es poder irme a Concepción en el segundo semestre y cumplir con los estudios, pero también quiero desarrollarme en el ámbito musical y conocer personas. Voy a estar en un ambiente que sinceramente me parece mejor”, manifiesta el joven.
De Rancagua a la Universidad de Concepción
Desde niño, Alonso Soto ha tenido una conexión directa con el Gran Concepción debido a los estudios de su padre, según el alumno no escogió una universidad en la capital porque concibe a Santiago como una ciudad aglomerada, sobreestructurada, estresante y gris, no muy distinta a su ciudad natal. La cultura y geografía de la Región del Biobío, además de la excelencia a nivel Latinoamericano de la UdeC lo terminaron por cautivar y de esta forma trazar su camino de vida en el Sur de Chile. “Mi papá estudió Ingeniería Eléctrica en la Universidad del Biobío, entonces ya tenía contactos en la ciudad, más que en Santiago. Para mí, aparte de que la UdeC es una buena universidad, me gusta mucho Concepción por la cultura, el ambiente, el campus es muy bonito y también el estilo de vida penquista”, explica Alonso.
Si bien los y las estudiantes que acaban de ingresar a la universidad no han tenido la oportunidad de conocerse de forma presencial, han resuelto compartir por medio de grupos en redes sociales. En estas conversaciones felicitaron al puntaje nacional en matemáticas y le desearon el mejor de los éxitos en este nuevo proceso. Según el aspirante a ingeniero esto lo motivó mucho y espera con ansias comenzar el plan de estudios y compartir con sus compañeros y compañeras una vez que se pueda volver a una normalidad.
