La última vez que conversamos con Carlos Navarrete, Ingeniero Civil Industrial, fue en septiembre 2020, a días de su viaje a Toulouse, Francia, para iniciar su Doctorado en el ANITI (Artificial and Natural Intelligence Toulouse Institute), uno de los cuatro institutos que encabezan la investigación sobre Inteligencia Artificial (IA) en Francia.
Y hoy, en enero 2022, retomamos la conversación con un joven que se ha formado en la Universidad de Concepción, y quien representa – en muchos sentidos – el sello de formación en la Facultad de Ingeniería.
De visita en Chile, nos contó que en estos 14 meses de doctorado ha sido desafiante, pero feliz de haber optado por vivirla. “De partida llegué a Francia sin hablar el idioma, por lo tanto, los primeros meses fue un reto no sólo por el doctorado en sí, sino por la adaptación cultural”, cuenta Carlos, quien recuerda la locura de estar aprendiendo francés para el día a día; hablar inglés en el laboratorio y estar pensando en español.
Sin embargo, ahora está adaptado y contento. Y es que se mezclan varios factores, por un lado, estar trabajando en algo que lo apasiona como es el trabajo en equipo y la ciencia aplicada, es decir, intentar resolver problemas reales; como también la ciudad francesa y el ritmo que permite disfrutar la vida después de las horas laborales.
“Vivo como a 20 minutos caminando de la universidad, Toulouse es una ciudad súper caminable, por lo tanto, puedo tomar el metro, el bus, bicicletas públicas, ha sido fácil. Además, que elegí vivir en un departamento antiguo, vivir la experiencia europea, y está muy cerca de parques, restaurantes y bares”, cuenta el joven oriundo de Huépil, capital de la comuna de Tucapel.
Y si bien vive solo, cuenta con un grupo de amigos del propio laboratorio con quienes ha formado su comunidad, con quienes comparte su tiempo libre y se acompañan para las fechas importantes. “Uno, estando en el extranjero, valor más las relaciones de amistad, porque pequeños gestos te hacen sentir bien y eso se agradece”.
Respecto a su doctorado, sigue avanzando y espera que se publique el primer paper este año. Igualmente, el año pasado participó en el lanzamiento de Constitutin.cl, plataforma de participación digital, que permite a las personas aprender cómo las constituciones del mundo abordan temas frecuentes.
“He aprendido mucho en el doctorado, sobre todo, poder trabajar como científico de forma más rigurosa. Antes podía saber mucho, pero con este orden, esa rigurosidad científica, el poder tomar una idea, plantear una hipótesis y poder llevarla a un artículo científico es gratificante… pase muchos años haciendo visualización de datos, pero siento que el estar en el doctorado, iterando una y otra vez la misma figura, a veces, hasta una semana para realmente transmitir un mensaje, una habilidad que se ve sencilla, pero es duro transmitirlos, al menos, en un artículo científico”, destaca Navarrete.