Profundizar en el uso de celdas de combustible de carbonato fundido para producir electricidad de acuerdo con las políticas ambientales, además de replicar e implementar el desarrollo de esta tecnología en la UdeC fue el objetivo del ingeniero civil mecánico y estudiante del Doctorado en Energías de la Universidad de Concepción, UdeC, Andrés Escalona, en el marco del viaje tecnológico realizado a la Universidad Politécnica de Varsovia, específicamente al Instituto de Energía Térmica.
El objetivo de esta tecnología emergente cuenta Escalona, es producir electricidad implementándola en calderas, en centrales de energía, en calefacción distrital, que originalmente producen y emiten CO2, pero antes de liberar esos gases al ambiente se pueden suministrar como insumo al cátodo, en este caso, para este tipo de celdas y así producir energía eléctrica y calor.
Al respecto especificó que tiene un potencial de captura del orden del 80% al 90% de una fuente emisora. Se reduciría en un 90% las emisiones de CO2, producir energía eléctrica con una alta eficiencia, porque son tecnologías que trabajan en un orden de un 60% de eficiencia y liberan prácticamente agua, un remanente de CO2 y un remanente de otros tipos de gases no contaminantes. “Eso la convierte en una oportunidad para, por ejemplo, para reacondicionar centrales termoeléctricas y no cerrar tecnologías que llevan 100 años y que son súper confiables, pero que tienen el problema de que no se alinean con las políticas ambientales. Y esta tecnología en concreto puede contribuir a solucionar el problema que tienen originalmente, que aportan al calentamiento global, porque son la principal fuente emisora de gases de efecto invernadero en Chile, que es cerca del 76% actualmente”.
Consiste básicamente un sistema cerrado, similar a un refrigerador o una caldera, es un equipo compacto, lleva una carcasa, va dentro de un horno que tiene ciertos ladrillos refractarios de alúmina. Lleva una aislación bien robusta, porque opera a 650 grados, precisó. “Actualmente nadie trabaja con esta tecnología en la Universidad, al menos que yo tenga conocimiento, y en ninguna otra universidad tienen un banco de ensayo o experiencia aplicada al respecto”.
En cuanto a uno de los principales desafíos en torno al uso de celdas de combustible de carbonato fundido, está la corrosión y, principalmente, desde la ciencia de materiales se podrían generar materiales alternativos para que los electrodos no sufran corrosión por las sales fundidas, dijo Escalona, Sin embargo, y a pesar de los anterior, destacó como novedoso los precios competitivos asociados a la tecnología. “Si uno se interioriza en algunas fuentes de información como Fuel Cell Energy en Estados Unidos o algunas empresas chinas, los precios de estos desarrollos, para el orden de los kilowatts, es superior a mil dólares, que es como lo más barato. Puede llegar hasta 20 millones de pesos o 20 mil dólares un kilowatt dependiendo de la tecnología. Pero acá lograron desarrollar una manufactura barata y pueden llegar a vender el kilowatt entre 400 y 800 dólares. Que eso ya hoy, en la escala de la energía renovable, sí es rentable”.
Lo anterior es muy interesante, manifestó, Escalona y fue uno de los motivos del por qué llegó a Varsovia en el marco de una colaboración y gestión interna que inició con el profesor, Lautaro Salazar de Ingeniería Eléctrica y Felipe Sanhueza de Ingeniería de Materiales con el profesor de la Universidad Politécnica de Varsovia, Jaroslaw Milewski. “Me entregaron el know-how completo de cómo implementar el mismo sistema de laboratorio que tienen allá, acá en Chile para armarlo y hacer un pequeño banco de ensayo para caracterizaciones de este tipo de tecnología y realizar docencia para formar capital humano en torno a esto ya que, muchas veces el problema cuando se insertan tecnologías nuevas es que el capital humano no está capacitado, la tecnología falla y genera desconfianza después en el mundo industrial. Entonces, como toda tecnología nueva, incipiente, hay que trabajar desde ya”.






