- Entrevista efectuada a Alejandro Karelovic, académico del Departamento de Ingeniería Química de la Facultad de Ingeniería de la UdeC, para el podcast “Ingeniería sin distancia” de la FI UdeC. Revisa la entrevista completa AQUI
El hidrógeno es el elemento químico más ligero que existe, pero es mucho más que eso. Es uno de los elementos que se ha utilizado durante décadas para la industria de la alimentación, metal, vidrio y química. Sin embargo, desde hace un tiempo se está hablando del próximo boom del hidrógeno a partir de las energías renovables. Se trata del hidrógeno verde y su uso como combustible.
“El Hidrógeno verde se produce a partir de procesos que no generar emisiones de dióxido de carbono, es decir, que no contribuyen al calentamiento global, un hidrógeno renovable”, explica el docente e investigador Alejandro Karelovic. Totalmente opuesto al hidrógeno negro o gris, el más conocido, que se produce a partir de materiales que generan dióxido de carbono o gases efecto invernadero y que contribuyen al calentamiento global. Hoy, la idea es generar hidrógeno, pero a partir de energías renovables.
Una de las primeras consideraciones al hablar del hidrógeno, es que no se encuentra como molécula en la naturaleza, es decir, no está libre, y por lo tanto, se extrae de otras moléculas. En el caso del hidrógeno gris, por ejemplo, se extrae del metano o del carbón, y en cambio, el hidrógeno verde se obtiene del agua. “El agua es H2O, tiene hidrógeno, entonces lo que se hace es utilizar una fuente de energía, electricidad normalmente, y a través de un proceso de electrolisis se separa esta molécula de agua en hidrógeno y oxígeno, recuperándose el hidrógeno para luego almacenarlo”, cuenta Karelovic, PhD. en Ciencias Agronómicas e Ingeniería Biológica, con especialización en Catálisis, de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica.
Chile: potencial productor de Hidrógeno Verde
Una de las ventajas que tiene Chile como potencial productor de hidrógeno verde – comenta el académico – es su alta radiación solar (norte de Chile) y sus bajos costos para producir energía solar. “Además tenemos en el sur, e incluso acá en la región, zonas muy ventosas que generan energía eólica. La pregunta es ¿qué hacemos con esa energía? Además, pensando que este tipo de energías no se producen de manera constante”.
En este último punto, el hidrógeno también tiene un punto a su favor, puesto que grandes cantidades de energía que sobra, tanto eólica o solar, se pueden transformar en hidrógeno y éste se puede almacenar. “Es más fácil almacenar esa energía en hidrógeno que en baterías”, ejemplifica.
Respecto a cuidados, Alejandro Karelovic comenta que es un gas inflamable, pero no es más peligroso que el gas natural o la gasolina, que también son compuestos súper peligrosos y que estamos conviviendo todos los días con ellos. Además, no es nuevo en la industria chilena ni mundial, se utilizan para fertilizantes y otras industrias, por lo que no tiene desventajas en temas de seguridad comparado con otros gases.
Su principal complicación es que, al ser un gas, la densidad energética es baja, entonces se debe comprimir bien, “y esa compresión o licuación del hidrógeno es costosa. Entonces, ahí existe un área de investigación interesante relacionada a cómo poder almacenarlo de manera fácil y más barata”, explica.
Y si bien hoy en Chile no existe un mercado asegurado, puesto que otros combustibles son los usados para la industria, transporte, etc. el hidrógeno verde será el futuro. Se trata – como reflexiona Alejandro – de tomar decisiones y acciones, “y es lo que se tiene que hacer, porque finalmente debemos tratar de reducir las emisiones de gas efecto invernadero si o si, porque la crisis climática ya se está viviendo”.
A nivel mundial, comenta el profesor, la decisión ya se tomó y los países están avanzando en la producción de hidrógeno, porque se sabe que la tecnología permitirá generar energía más barata. “Las energías renovables serán barata y además no olvidemos la crisis climática, es decir, no solo por razones económicas sino también de crisis ambiental. El mundo ya tomó la decisión de que el hidrógeno será el combustible del futuro”, señala el académico, para quien Chile tiene dos opciones: o se sube al carro ahora o pierde esta oportunidad.
“Realmente es una gran oportunidad de transformarnos en un país productor de hidrógeno, porque tenemos las ventajas de tener fuentes de energías renovables baratas comparado con otros países, entonces tenemos que transformarnos en un país productor de hidrógeno y por lo tanto, poder exportarlo. Hay países como Australia que ya lo están haciendo”.
Y además, como el hidrógeno es energía, entonces puede usarse para producir otras materias primas, porque si tenemos hidrógenos tenemos acceso también a industrias como metanol, amoniaco, muchos de los productos químicos necesitan hidrógeno en su producción, entonces “también podríamos transformaron en un país más industrializado porque vamos a tener energías más baratas y limpias”.
Actualmente, en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Concepción investigadores trabajan en proyectos para la producción de hidrógeno verde como almacenamiento del mismo.