Maximiliano Jara egresado de Ingeniería Civil de Materiales de la Universidad de Concepción, desde 2017 vive en Inglaterra y hoy se encuentra terminando un doctorado en Ingeniería Química en University College London (UCL, UK). Su trayectoria académica en postgrados comenzó en 2014 cuando se fué a Suiza para hacer un Master en Ciencia e Ingeniería de Materiales en École Polytechnique Fédérale de Lausanne (EPFL, Suiza). Un año y medio después recibió la oferta de beca para hacer un doctorado en UCL, la cual aceptó y se encuentra desarrollando en la actualidad.
Su proyecto de investigación de doctorado es en biosensores mesoporosos. En palabras simples explica, “estoy haciendo una máquina que combina nanomateriales y biomoléculas (anticuerpos, ssDNA) para detectar agentes patógenos. Específicamente, para detectar una proteína que está relacionada al cáncer de mama y la bacteria E. Choli que es común en agua contaminada».
¿Por qué viajar al extranjero?
“La verdad es que quería aprender más en el área de ingeniería de materiales y mejorar mi inglés. Para argumentar esto me gustaría empezar diciendo que disfruté haciendo la tesis de pregrado. Me acuerdo la satisfacción que sentí al ver funcionar por primera vez una máquina para hacer thin films que fabriqué. O como me alegraba la semana ir a la sala de microscopía y ver que el protocolo de síntesis de nanopartículas había funcionado. Esas pequeñas cosas me alimentaban un poco la pasión por hacer y descubrir”.
Maximiliano trabajó dos años en la industria chilena luego de egresar de la Facultad de Ingeniería UdeC, “ese tiempo me sirvió para confirmar mi pasión por la ingeniería aplicada y que todavía sentía esa curiosidad por aprender. Sumado a eso, me di cuenta que saber inglés es una competencia muy útil en la industria” explica.
¿Cuáles han sido las ventajas que has podido vivenciar en tu situación actual, lo más enriquecedor?
Algunas de las ventajas es aprender a dejar sesgos de lado y disfrutar de lo que la diversidad cultural le entrega. Respecto a su ambiente laboral y de estudio agrega que, “he tenido la posibilidad de trabajar y estudiar con profesionales que son líderes en su área. Por ejemplo, uno de mis profesores del Master fue un astronauta que trabajó en el telescopio espacial Hubble. En mi doctorado he podido ir a charlas de profesores que son premio Nobel”.
Jara también menciona, “debido a que estoy en la academia, siento que una ventaja importante es que he tenido acceso a equipamiento y a técnicas para hacer investigación, que son lo mejor en el área que trabajo. Además, he colaborado con equipos en China, Australia, Francia, Italia, USA, Suiza, etc. a los que puedo contactar en caso de necesitar ayuda técnica. Tener acceso a esas herramientas y a ese conocimiento es una de las mayores ventajas que he tenido”.
¿Cómo ves el desarrollo de la ingeniería chilena?
Desde mi punto de vista creo que va por buen camino, pero le falta apoyo de varios stakeholders para lograr ser referentes mundiales.
Trabajando en Chile vi que hay mucha capacidad intelectual. Me refiero a que hay ingenieros brillantes, que con las adecuadas oportunidades y recursos económicos serían capaces de crear lo imposible. Sin embargo, creo que la industria chilena todavía es muy conservadora y no se atreve a innovar lo suficiente. Es cosa de ver cuántas grandes empresas tienen áreas de investigación y desarrollo, muy pocas.
Tampoco desarrollan proyectos en conjunto con universidades, ni financian investigaciones para solucionar sus problemas. La mayoría prefiere importar soluciones o ingeniería extranjera, a desarrollarla en Chile: es que es más cómodo y menos riesgoso”.
Finalmente, me gustaría terminar diciendo que el nivel de exigencia en ingeniería de la UdeC es comparable, o a veces mayor, a las universidades europeas. Entonces el problema no está en la capacidad de los profesionales que tenemos en Chile para hacer cosas. Sino que en la cultura empresarial y en el poco incentivo a los jóvenes para desarrollar la ingeniería chilena de forma competitiva».
Experiencia en el exterior
«En Inglaterra muchas empresas privadas financian proyectos que no son más que soluciones a sus propios problemas. Además, le dan la oportunidad a los PhD de seguir trabajando para ellos, es un win-win.
En suiza, en la Universidad que hice el master había un parque similar a el Pacyt , el EPFL innovation park. Este parque le da el espacio necesario, asesoría y oportunidades a los jóvenes que tienen ideas con potencial de ser industrializadas. Es la cuna de las start-up de la EPFL. A modo de ejemplo, actualmente es la casa de 150 start-ups y 26 grandes empresas que trabajan en conjunto con la Universidad. Así que no es sorpresa que Suiza, un país con 8.5 millones de habitantes, lidere los rankings de innovación mundial. La UdeC va por buen camino».
El nivel de exigencia en ingeniería de la UdeC es comparable, o a veces mayor, al de las universidades europeas. Entonces el problema no está en la capacidad de los profesionales que tenemos en Chile para hacer cosas. Se requiere una cultura empresarial y mayor incentivo y apoyo a los jóvenes para desarrollar la ingeniería chilena de forma competitiva», puntualizó Jara.