La colaboración, entre la ingeniería y el área salud, abre un mundo de posibilidades en aplicaciones tecnológicas para mejorar la calidad de vida de las personas. Un caso es la alianza entre el Doctorado de Ingeniería Eléctrica y el Doctorado en Enfermería que permite, justamente, co – construir conocimiento en beneficio de las personas.
Para conocer de la experiencia de sus estudiantes conversamos con el enfermero Juan Reyes, quien pronto finalizará su Doctorado en Enfermería en la Universidad de Concepción, y que ha estado trabajando su tesis final bajo la tutela de Patricia Jara, del Departamento Adulto y Adulto Mayor de la Facultad de Enfermería y la co-tutela del profesor Esteban Pino del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la FI UdeC.
Su proyecto titulado “Gestión de acompañamiento significativo como estrategia de enfermería para disminuir ansiedad del paciente en procedimientos endoscópicos en un hospital público, año 2021: Ensayo clínico Aleatorizado”, busca aportar en el bienestar de los pacientes que requieren de alguna cirugía a través de un “acompañamiento significativo” que le permita disminuir las problemáticas asociadas a ese estrés previo, como es por ejemplo la taquicardia, crisis hipertensivas, entre otros. Este acompañamiento debe generarse en todo el proceso de dicha intervención, tanto en el momento previo, como en la etapa intraprocedimiento hasta la sedación anestésica, para luego en la etapa postprocedimiento ser la primera persona que ve al despertar. En efecto, sólo saldría de su lado mientras se realiza la intervención.
“Reemplacé a una colega en pabellón, y me di cuenta de que el paciente llegaba muy ansioso e inquieto, y esta inquietud generaba posteriormente muchos problemas, teníamos un paciente taquicárdico, un paciente hipertenso, pacientes que necesitan más anestesia. Algo pasa con este paciente que llega muy ansioso y eso es un tema que quienes estamos in situ nos damos cuenta”, cuenta Juan, quien trabaja en el Hospital de Tomé.
Hasta la actualidad han surgido estudios que señalan que existen reacciones positivas a las personas que tienen estímulos familiares en este proceso, pero solo de manera subjetiva. Reyes quiere llegar al punto de tener evidencia científica y concreta, aquí es donde entra la ingeniería, ya que aspiran a tener resultados positivos no solo en lo sicológico, sino también en lo fisiológico, bioquímico y mecánico, de lo positivo que es para la salud del paciente el estar en compañía de alguien que entregue seguridad.
De esta manera, comenzó a buscar papers y estudios a nivel nacional e internacional, encontrándose con muchas estrategias, siendo un tema muy estudiado en la medicina oriental, pero por el lado occidental no existe mucha evidencia que reporte dar solución a esta problemática.
¿Y qué pasa actualmente? De acuerdo con los estudios observados por Juan, la evidencia muestra que aquellos pacientes tratados con música, aromaterapia y/o masajes se ven más tranquilos antes de entrar a pabellón, pero fisiológicamente siguen alterado. “Con esta estrategia, pretendo llegar a un área del conocimiento que no está muy investigada. Quiero mejorar esos parámetros objetivos, y hasta ahora hemos logrado mejorar parámetros fisiológicos, es decir, no hay hipertensión, no hay taquicardia. Y actualmente estamos esperando los resultados desde un punto de vista bioquímico, (exámenes sangre)”.
Por su parte, Esteban Pino comenta que le atrajo el proyecto de Juan, porque buscaba elementos que permitieran medir en forma objetiva el estado del paciente al salir de la cirugía. “Una opción era utilizar sensores mínimamente invasivos, que fue la opción que tomamos. Este es un perfecto ejemplo de la multidisciplina, donde se unen las capacidades humanas de Enfermería e Ingeniería en búsqueda de una mejor calidad de vida para las personas”.
Cabe destacar la vocación de Juan Reyes por su especialidad, pero sobre todo, por aprender, investigar y transferir. Sus primeros años profesionales fueron como enfermero naval, luego se dio cuenta que quería seguir estudiando, se preparó para dar la prueba – luego de 10 años de haber egresado de la media – e ingresó a la universidad. Posteriormente, estando trabajando en el hospital descubrió una nueva vocación para enseñar a alumnos o alumnas en práctica en enfermería, lo que lo llevó a especializarse con un magíster en enfermería y posteriormente con un magíster en educación. Así, entre el hospital y las clases que imparte en la Universidad Católica de la Santísima Concepción, decidió dar un paso más e ingresó al doctorado.
“El Doctorado en Enfermería es un programa de carácter académico, disciplinar, cuyo propósito principal es formar investigadores independientes, que puedan dar respuestas a interrogantes, a problemáticas que ocurren dentro de la disciplina propiamente tal y de esta forma aportar a mejorar la salud, a la comunidad, al país”, explica el enfermero.
Junto con lo anteriormente señalado, Juan Reyes quiere romper el paradigma que existe actualmente en los hospitales públicos, dando el ejemplo de seguir especializándose y aprendiendo sobre su área. Esto, con el fin de generar equipos de profesionales multidisciplinarios que hagan investigaciones para mejorar el quehacer de los servicios de salud, lo cual ya ha generado frutos, puesto que existe interés por parte de profesionales del Hospital Penco-Lirquén sobre los resultados de este estudio.