Consolidar vínculos internacionales en áreas clave para la sostenibilidad ambiental fue el objetivo central de la misión desarrollada por los académicos Víctor Guzmán Fierro, del Departamento de Ingeniería de Materiales, y Marlene Roeckel, del Departamento de Ingeniería Química, quienes entre mayo y junio de 2025 participaron en actividades académicas en Portugal, España y Alemania.
La gira se enmarca en el desarrollo de los proyectos FOVI240037, financiado por ANID a través del Concurso de Fomento a la Vinculación Internacional, y FONDEF IDeA I+D ID24I10451. El profesor Guzmán es investigador responsable del proyecto FOVI y director alterno del Fondef, mientras que la profesora Roeckel lidera este último como directora y actúa como coinvestigadora en FOVI. Ambos integran el Grupo de Bioingeniería de la Facultad de Ingeniería UdeC.
Según explicó el profesor Guzmán, “la motivación principal fue identificar grupos de investigación con los que compartimos intereses o con quienes podíamos proyectar sinergias. Algunos de ellos ya eran conocidos por colaboraciones previas, y otros fueron nuevos vínculos que queríamos explorar para fortalecer una línea de investigación más robusta”.
En Aveiro, Portugal, participaron en el congreso Green Deal Biotechnology 2025, donde presentaron resultados vinculados al uso de lodos granulares para tratamiento de lixiviados. El profesor Guzmán expuso en modalidad póster y fue además invitado a la sesión destacada Flash Poster Presentation, mientras que la profesora Roeckel presentó un póster sobre valorización de lodo sanitario para recuperación de metales valiosos. “Fue muy significativo mostrar el trabajo de nuestro grupo, en especial por el esfuerzo y compromiso que esto implica para nuestros estudiantes. Los ciclos biológicos son exigentes y requieren dedicación constante”, agregó Guzmán.
Durante su paso por la Universidad de Santiago de Compostela, retomaron el trabajo con el centro CRETUS y con la investigadora Alba Trueba, integrante del equipo FOVI. Las conversaciones giraron en torno al uso de técnicas ómicas, la valorización biológica de residuos y los principios de la economía circular.
En la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Almería, se discutieron procesos complementarios como la pirólisis, separación de gases y cultivo de microalgas, además de gestionarse oportunidades concretas de cotutelas doctorales y titulaciones conjuntas, actualmente en desarrollo. “Estas opciones de formación conjunta son clave para visibilizar el trabajo de nuestros estudiantes a nivel internacional y reforzar su formación científica con experiencias de colaboración real. La excelente recepción que tuvimos en cada institución habla del nivel de lo que estamos desarrollando en la UdeC”, destacó Guzmán.
La misión finalizó en Berlín, donde visitaron instalaciones de tratamiento de aguas residuales, incluyendo una planta industrial con sistema Anammox y laboratorios piloto del Instituto de Protección Ambiental de la Universidad Técnica de Berlín (TUB). Allí se exploraron tecnologías como la digestión anaerobia, desintegración de lodos, recuperación de nutrientes y optimización de la producción de biogás en matrices industriales complejas. “La visita a la TUB fue una experiencia técnica y estratégica muy relevante para nuestro equipo, porque existe un interés concreto en establecer colaboración con el Grupo de Bioingeniería de la Facultad de Ingeniería, y avanzar en proyectos conjuntos”, señaló la profesora Roeckel.
La académica agregó que “ellos cuentan con experiencia consolidada tanto a escala piloto como industrial en el tratamiento de vertidos con altas cargas de nitrógeno y carbono, o incluso de matrices con alto contenido de lípidos, lo que representa un complemento ideal para los procesos que actualmente desarrollamos a escala de sobremesa en la Facultad”. Sobre los aspectos observados en terreno, explicó que “la visita también permitió conocer en detalle la operación industrial de la remoción de amonio, sus condiciones reales de funcionamiento, los problemas más comunes en la operación continua, y los sistemas de control que utilizan para mantener la estabilidad del proceso. Ese conocimiento práctico es esencial para proyectar escalamiento y diseño realista en contextos similares”.
Desde su rol como directora del proyecto FONDEF, la profesora Roeckel valoró el impacto de esta misión en las proyecciones del equipo. “Las visitas nos permitieron conocer alternativas concretas de uso para lodos residuales provenientes de plantas de tratamiento, y acceder a desarrollos tecnológicos recientes que refuerzan la importancia del tratamiento circular como estrategia para una valorización sostenible”.
Destacó también que “este tipo de instancias permite articular ciencia básica con aplicaciones tecnológicas de alto nivel en entornos colaborativos internacionales”. Añadió que “nuestra experticia se ha desarrollado principalmente en la escala de sobremesa. Esta visita abrió un espacio para establecer colaboraciones con centros que dominan herramientas avanzadas en microbiología y metabolómica, lo que nos permite integrar nuestras líneas de trabajo en procesos aguas abajo, tanto en España como en Alemania”. La profesora resaltó especialmente el potencial de colaboración con la TUB, indicando que “posee una capacidad muy desarrollada para el diseño y operación de procesos reales a nivel piloto e industrial, con aplicaciones comprobadas en plantas de tratamiento en distintas partes del mundo. Esta sinergia nos permite avanzar con mayor confianza en desarrollos conjuntos, con la perspectiva clara de lograr publicaciones colaborativas y transferencia tecnológica efectiva”.
Finalmente, el profesor Guzmán valoró el contacto con centros clave como CETAQUA y la planta de Wansdorf, y enfatizó que “nos permitió identificar oportunidades concretas de colaboración que ya están siendo trabajadas desde Chile. Desde la región del Biobío estamos generando ciencia aplicada con impacto real, y este tipo de misiones permite conectarla con el mundo”.
Además, señaló que la gira fue una instancia especial para presentar públicamente el trabajo conjunto que han venido desarrollando. “Fue una suerte de poder presentar, en sociedad, el grupo que hemos formado recientemente. Esta articulación reúne la infraestructura y experiencia del Laboratorio de Bioingeniería del Departamento de Ingeniería Química con el Laboratorio de Bioprocesos y Materiales Biobasados del DIMAT, al que pertenezco. Pudimos posicionar esta alianza como una plataforma real de desarrollo tecnológico y científico para la sostenibilidad”.
Actividad financiada por los proyectos Fondef ID24I10451 y FOVI240037.