Del 28 de abril al 2 de mayo, estudiantes del Magíster en Innovación y Emprendimiento Tecnológico (MIET) de la Universidad de Concepción (UdeC) vivieron una experiencia internacional al participar en el Immersion Ecosystem Program del Georgia Institute of Technology, en Atlanta, Estados Unidos.
Esta iniciativa, desarrollada por el Enterprise Innovation Institute Global de la universidad norteamericana, consiste en un programa intensivo de cinco días que busca introducir a los participantes en dinámicas de innovación aplicada, permitiéndoles conocer de cerca uno de los ecosistemas de emprendimiento más importantes de Estados Unidos. Además, ofrece la oportunidad de interactuar con profesores, emprendedores y actores del sector público y privado en un entorno global.
Formación práctica y visión global
Durante la semana, los estudiantes desarrollaron un sprint de innovación, abordando todas las etapas del proceso: desde la detección de un problema y la exploración de clientes (customer discovery) hasta la formulación de soluciones y la presentación de un pitch ante un jurado académico.
“Los estudiantes del MIET participaron durante una semana intensiva en el Immersion Ecosystem Program en Georgia Tech. En este período desarrollaron un sprint de innovación, iniciando desde la detección de un problema y el customer discovery hasta la elaboración de una solución y el pitch de dicha idea frente a un jurado de la universidad”, comentó el profesor Jorge Maluenda, académico del Departamento de Ingeniería Industrial UdeC.
Además, los asistentes visitaron Tech Square, un polo de integración entre universidad, industria y sector público, donde tuvieron la oportunidad de conversar con advisors y emprendedores locales. La experiencia se complementó con un recorrido por las instalaciones de Georgia Tech, incluyendo laboratorios de prototipado, incubadoras de empresas y espacios de colaboración reales.
Para Carla De Niss Rojas Opazo, Ingeniera Civil en Informática y estudiante del MIET, esta pasantía fue una oportunidad invaluable de aprendizaje práctico y visión internacional. “La pasantía a Atlanta fue una experiencia extraordinaria. Fue intensa, pero cada momento valió la pena tanto a nivel personal como profesional”, señaló. Carla destacó la cultura de colaboración y experimentación como uno de los aspectos más inspiradores. “Lo que más me impactó fue la cultura colaborativa y la mentalidad de constante experimentación. Cada visita, cada presentación y cada conversación informal se convirtió en una oportunidad de aprendizaje que reforzó y expandió los conocimientos teóricos que habíamos adquirido”.
Desde su experiencia previa en proyectos regionales (Distrito de Innovación), Juan Pablo Silva Vargas, Ingeniero Civil Industrial, vivió la inmersión como una confirmación del camino que está siguiendo la región. “Atlanta demuestra cómo una ciudad puede avanzar de forma sostenida cuando hay colaboración real entre la universidad, el estado y el sector privado. Ver con mis propios ojos cómo todo eso que habíamos analizado en teoría funcionaba realmente en la práctica fue muy revelador”, expresó. Además, subrayó el valor de experimentar estos modelos de desarrollo en terreno. “Pasar del estudio al terreno, vivirlo, caminarlo, fue una confirmación de que vamos por buen camino, pero también un llamado a subir el estándar de lo que podemos lograr si lo hacemos bien”.
Ambos coinciden en que la cultura emprendedora de las universidades norteamericanas está profundamente arraigada. Juan Pablo resaltó cómo en Georgia Tech “el emprendimiento es parte del día a día, está en el ambiente desde que entras al campus. Los estudiantes respiran esa cultura: tienen espacios preparados, acompañamiento, comunidad y, sobre todo, una mentalidad muy activa, enfocada en hacer que las cosas pasen”. Para Carla, la clave está en la normalización del emprendimiento como parte de la formación integral. “El emprendimiento no es visto como algo excepcional o riesgoso, sino como parte normal del desarrollo académico y profesional”.
Mirada al ecosistema local
Ambos estudiantes reflexionaron sobre las diferencias y similitudes con el ecosistema penquista. Carla destacó la necesidad de fortalecer las conexiones y los espacios físicos que faciliten encuentros entre actores clave. “En la región del Bío Bío tenemos talento universitario excepcional, emprendedores valiosos y algunos inversionistas, pero aún nos falta esa fluidez en las conexiones y los espacios físicos que faciliten estos encuentros de manera sistemática”.
Por su parte, Juan Pablo enfatizó la importancia de valorar las trayectorias diversas que existen en la región. “Muchas veces se piensa que para que una ciudad o una región avance se necesita una sola visión compartida. Pero lo que observé es que el progreso real muchas veces surge desde caminos distintos, impulsados por personas y equipos que actúan con propósito y coherencia desde sus propios espacios”.
La delegación de la Universidad de Concepción estuvo conformada por los siguientes estudiantes y académicos:
- Ricardo Andrés Ávila Crisóstomo
- Matías Ignacio Díaz Pincheira
- Adni Belén Fernández Toledo
- Benjamín Ignacio Germany Morrison (Centro Industria 4.0, C4i)
- Mylene Margarita Malig Balbontin
- Marly Alexandra Navarro Olate
- Mauricio Fabián Ojeda Silva
- Sebastián Matías Rojas Chávez
- Carla De Niss Rojas Opazo
- Juan Pablo Tomás Silva Vargas
- Alejandro Andrés Valenzuela Pedreros
- Prof. Juan Carlos Caro Seguel (Departamento de Ingeniería Industrial)
- Prof. Jorge Ignacio Maluenda Albornoz (Departamento de Ingeniería Industrial)