En el Diseño y análisis de algoritmos de aproximación ha centrado principalmente su línea de investigación el ingeniero civil matemático, Waldo Gálvez Verdugo, quien desde marzo de 2025 forma parte del Departamento de Ingeniería Informática y Ciencias de la Computación, DIICC, como profesor asociado.
Gálvez realizó su pregrado en la Universidad de Chile e integró el Instituto de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad de O’Higgins (UOH) en Rancagua. En 2019, obtuvo el grado de doctor en el Istituto Dalle Molle di Studi sull’Inteligencia Artificiale (IDSIA) y la Università della Svizzera Italiana (USI).
El profesor de Ingeniería Civil Informática comentó que hace tiempo estaba buscando trasladarse a Concepción, por lo que no dudó en postular a Ingeniería UdeC, “quiero formar parte activa de la comunidad docente, tener cercanía con los alumnos, acercarlos a las temáticas que considero interesantes e importantes y, a la vez, mantenerme investigando en contenidos que son de interés para la comunidad”, precisó.
De esta manera, a través de su investigación el ingeniero civil matemático busca dar solución a problemas que se saben o se intuyen como difíciles y que, por ende, resolverlos a través de un computador y, de manera exacta, demoraría mucho tiempo. “Lo anterior tienen una aplicación interesante, por ejemplo, en la industria eléctrica, en la planificación de consumo de los distintos aparatos en una casa, quieres saber cuánto consumen dependiendo del tiempo de uso y del horario. Los anterior es una planificación que cabe dentro de la familia de problemas difíciles. Entonces, tratar de resolverlos de manera exacta para un computador es complicado, pero de manera aproximada sí se puede”, explicó.
ATERRIZANDO LO ABSTRACTO
Para Waldo Gálvez, como hoy la tecnología avanza más rápido de lo que se logra comprender las personas se han visto confrontadas a que la inteligencia artificial esté en todos lados, pero no necesariamente saben utilizarla, existe un miedo de las cosas que podrían pasar a causa de no entenderla, “entonces siempre me ha preocupado eso y he mantenido como desafío personal el acercar lo que uno hace a las personas, que muchas veces es fácil mantenerlo alejado del resto, es decir construir ese puente”.
Y ahí hay hartos desafíos, explicó el profesor, porque todas estas teorías están basadas en técnicas complicadas, tratar de aterrizar lo abstracto a lo práctico también es un desafío que no necesariamente está incorporado a la hora de escribir una publicación. “Un texto científico lo lee un grupo específico, no necesariamente le interesa tener una aplicación tangible donde funcione, pero la gente, aunque no tiene por qué estar al tanto de eso, igual quiere y lo encuentra importante entender qué está pasando. Entonces, hacer ese nexo no es tarea fácil, pero creo que es un desafío que vale la pena tratar de abordar”, precisó.