Dimat
El académico Maximiliano Jara, responsable de impartir el curso de postgrado, Nanomateriales para biosensores electroquímicos: fundamentos y aplicaciones, detalló cómo fue el proceso de preparación y el desarrollo de este.
A través de su trayectoria, el Dr. Jara fue el profesional idóneo para la realización del curso, ya que egresó cómo Ingeniero civil de materiales desde la Universidad de Concepción. Posteriormente, Maximiliano consiguió un Máster en Ciencia e Ingeniería de Materiales en la EPFL (Suiza), seguido de un Doctorado en Ingeniería Química por la University College London (Inglaterra).
“Actualmente soy investigador postdoctoral en el Furst Lab del Massachusetts Institute of Technology (MIT), donde estoy desarrollando un nuevo tipo de biosensor para detectar en terreno bacterias, virus y marcadores genéticos de enfermedades, sin necesidad de ir a un laboratorio”, afirmó.
Origen del curso
Según el Dr. Jara, él se enteró de la iniciativa de las escuelas de verano a través de las redes, llamándole la atención la invitación de investigadores con experiencia internacional.
El académico comentó que el curso de nanomateriales surgió a través de un intercambio de correos electrónicos con los profesores Felipe Sanhueza y Koduri Raman (Dimat), en los cuales “propuse un curso sobre el uso de nanomateriales en biosensores electroquímicos, que es mi área de investigación en el MIT, con el objetivo de inspirar a los investigadores doctorales en sus proyectos”.
“Una vez aprobada la propuesta del curso fue fácil coordinar el viaje porque el instituto cierra los primeros días de enero y luego la mayoría toma vacaciones de invierno en Estados Unidos”, agregó.
Compromiso académico e instancias prácticas
En cuanto a la impresión que le dejó el curso, calificó como muy positiva, ya que los investigadores doctorales “mostraron mucho interés, participaron activamente y demostraron un gran compromiso con las actividades teóricas y prácticas. Fue muy gratificante trabajar con ellos (…), cumplieron mis expectativas”.
“Todos los estudiantes que participaron en el curso aprobaron, lo cual demuestra su compromiso y dedicación. Además, aparte de los inscritos, también asistieron personas interesadas en escuchar algunas clases, lo que refleja el interés de la comunidad universitaria en el área de los nanomateriales y la electroquímica”, añadió el Dr. Jara.
Para el docente, lo más importante del curso fueron los laboratorios prácticos, en los cuales se exploraron aplicaciones y las técnicas electroquímicas en situaciones reales. Dicho por él, en el primer laboratorio se trabajó “en la detección y cuantificación de glucosa usando una enzima y cronoamperometría. Los estudiantes aprendieron de manera práctica cómo funciona un glucómetro, que es la máquina que usan los pacientes diabéticos para medir sus niveles de glucosa en la sangre”.
Mientras, un segundo laboratorio se enfocó en la espectroscopia de impedancia electroquímica, una técnica versátil que no solo se aplica en biosensores, sino también en el estudio de baterías, celdas de combustible y corrosión. Aquí, los estudiantes hicieron mediciones de impedancia en un circuito eléctrico real y aprendieron a interpretar los resultados, comparando mediciones del mismo circuito con diferentes valores de resistencias, “sin duda, estas experiencias prácticas consolidaron el aprendizaje de los conceptos estudiados en clases”, sostuvo.