- El profesor del Departamento de Ingeniería Eléctrica deja un legado marcado por sus investigaciones en control de accionamientos eléctricos de las industrias de celulosa – papel y minería, la formación rigurosa de ingenieros y la innovación educativa en robótica móvil.
Después de más de 46 años de compromiso con la Universidad de Concepción, el profesor Manuel Aníbal Valenzuela Latorre, académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Facultad de Ingeniería UdeC, se prepara para cerrar una carrera marcada por la excelencia académica, la transferencia tecnológica y una profunda vocación por la formación de ingenieros.
Nacido en Santiago, obtuvo el título de Ingeniero Civil Eléctrico y el grado de Magíster en Ingeniería Eléctrica, ambos de la Universidad de Chile. Sus inicios profesionales fueron en Metro de Santiago, experiencia que marcaría desde temprano su orientación hacia la ingeniería aplicada. Sin embargo, sería una conversación con un antiguo profesor —su guía de tesis— la que cambiaría su rumbo. Según las palabras de su mentor: “apareció un cargo en la Universidad de Concepción que está pintado para ti”. En 1978, con solo 28 años, Aníbal llegó a Concepción para integrarse al Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Facultad de Ingeniería.
Sin saberlo, ese paso marcaría no solo su carrera profesional, sino también su vida personal. En Concepción formó su familia junto a Yolanda Vega, médica internista oriunda de Curicó. Tuvieron dos hijos: René, ingeniero civil mecánico de la UdeC , con un doctorado en el Georgia Tech, que actualmente reside en España, y Catalina, médica de la UdeC, cirujana digestiva, con su especialización en la Universidad de Chile.
Trayectoria técnica y pasos por la industria
En sus primeros años en la UdeC, enfocó su trabajo de vinculación tecnológica en la industria siderúrgica, estudiando los sistemas de accionamiento de los laminadores de Huachipato. “En ese tiempo el área de accionamientos en la universidad no existía como tal. Fui el primero en abordarla como una nueva línea pues estaba integrada con el área de potencia, dirigida por el profesor Enrique López”, recuerda.
Posteriormente, y dada la especificidad del sector siderúrgico, decidió cambiar su foco hacia la industria celulosa-papel, donde trabajó por más de dos décadas. En ese tiempo, realizó asesorías, capacitaciones, dirigió memorias de título y lideró proyectos de investigación aplicada con resultados tangibles para las plantas productivas. Se integró al Pulp and Paper Industry del IEEE, participando en las conferencias anuales, donde dos de los papers presentados obtuvieron el premio al mejor paper de la Conferencia, otros dos publicados en los IEEE Transactions on Industry Applications fueron elegidos los mejores papers publicados en el año. El 2012 obtuvo el IEEE Meritorious Engineering Award del Dpto. de Celulosa y Papel del IEEE.
Motivado por fortalecer su perfil académico, realizó una estadía sabática en la Universidad de Wisconsin (1998–1999), participando del consorcio WEMPEC (Wisconsin Electric Machines and Power Electronics Consortium), uno de los centros más prestigiosos del mundo en su especialidad. Esta experiencia marcaría un punto de inflexión, dándole proyección internacional y permitiéndole colaborar con investigadores de alto nivel y acceder a nuevos fondos para investigación.
Líneas de investigación y aportes formativos
Las líneas que marcaron su trabajo académico incluyen el control de movimiento en accionamientos industriales, el control sin sensores para motores de corriente alterna, la evaluación térmica de motores de inducción, y el movimiento coordinado de sistemas multieje. Su producción científica ha sido publicada en revistas internacionales de alto impacto, siempre con un enfoque aplicado.
En 2005, fue pionero en la UdeC en dictar un Taller de Robótica, iniciativa educativa de bajo costo orientada a estudiantes de pregrado. Con materiales reciclados y tarjetas programables, los estudiantes construían pequeños robots móviles como medio de aprendizaje. “Era una forma de motivarlos a entrar al laboratorio, a perder el miedo a equivocarse y a meter las manos”, explica Valenzuela. Fue elegido National Distinguished Lecturer Program (NDLP) IEEE Chile, con presentaciones en diferentes eventos de Robótica organizados en universidades chilena.
Minería e investigación interdisciplinaria
En los últimos años, el profesor Valenzuela centró sus esfuerzos en la industria minera, liderando proyectos orientados al monitoreo inteligente de molinos y procesos de molienda. Esta línea le permitió colaborar con colegas de otras disciplinas como Cristián Vicuña, profesor del Departamento de Ingeniería Mecánica.
“Fueron ingresando más estudiantes de mecánica al laboratorio, quienes por su formación contribuían con una óptica distinta para plantear soluciones, y empezamos a usar técnicas para analizar todo lo que está pasando dentro del molino usando DEM (Discrete Element Model), con el detalle de todas las interacciones que había al interior. Logramos varios proyectos y publicaciones”, destaca.
Formación rigurosa y legado académico
Durante su carrera, guio las Memorias y/o Tesis a más de 100 ingenieros, siempre con un enfoque riguroso, práctico y personalizado. “Nunca trabajé con más de tres memoristas a la vez. Me reunía semanalmente con ellos. La nota era su forma de pago, y a cambio aprendían disciplina, responsabilidad y trabajo real en la industria”, señala.
Sus memoristas no solo desarrollaban soluciones aplicadas, sino que muchas veces colaboraban directamente en proyectos con empresas, lo que les daba una valiosa experiencia profesional antes de titularse.
¿Con qué recuerdos se queda después de 46 años?
“Estoy contento. La universidad ha sido un excelente empleador. Aquí uno puede hacer lo que quiera… también debo hacerme responsable de lo que no resultó”, reflexiona. Reconocido por su exigencia, reconoce que tiene fama de “profesor jodido”, aunque eso no ha impedido que numerosos exalumnos le escriban agradeciéndole su rigurosidad.
Entre sus planes para esta nueva etapa están viajar con más frecuencia y leer ensayos, alejándose por completo de lo técnico. “Tengo dos libros que me regalaron que están esperando, y retomar la natación”, comenta.
- Premio IEEE al mejor paper publicado, en IEEE Transactions on Industry Applications, en dos ocasiones (2003 y 2009).
- Premio al mejor paper en Conferencias IEEE del sector Celulosa y Papel (2006 y 2011).
- National Distinguished Lecturer Program (NDLP) IEEE Chile (2009) en las áreas de Robótica y Control de Sistemas.
- Premio Municipal de Concepción en Ciencias Aplicadas (2010).
- IEEE Meritorious Engineering Award (2012), por sus contribuciones destacadas a la industria papelera.